Blogia
Cartas desde mi celda

Más de lo mismo

Eso me pasa por hablar. El sábado pasado tuve sobredosis de despedidas de solteros, y eso que no fui a ninguna. Salimos a tomar unas copas por Alcoy y nos encontramos con algunos amigos que estaban de juerga sexista, es decir, celebrando las despedidas de una pareja de conocidos. Ellas desfilaban -qué raro- con una polla hinchable más alta que yo, que lo mismo montaban en plan vaquero como se la pasaban a patadas o manotazos. Y aunque la novia –pobre- se hacía la desentendida como si la cosa no fuera con ella, no encontró la forma de deshacerse del dichoso falo ni de las amigas. Los tíos iban vestidos con un chaleco reflectante naranja y, a juzgar por lo desperdigados que iban, muy bien como que no se lo pasaron. Acabamos en el So-Ho con ellos, un poco aburridos porque algunos estaban demasiado agobiados, y otros demasiado pasados, pero al rato se unieron ellas, que dieron la nota pollera a lo que quedaba de noche. Creo que cuando me case voy a saltarme directamente el trance de la despedida. Ya se me ocurrirá a dónde emigrar para que nadie me encuentre.

2 comentarios

Polux -

Ahora entiendo lo de los tipos con los chalecos reflectantes en el So-Ho!

Hellcat -

Estoy contigo. Si algún día me caso, nada de despedidas de soltero en ese plan.