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Cartas desde mi celda

¿Por qué?

No me gustan los comienzos, pero en algún momento se empieza a escribir, a conocer a una persona o a montar una casa. En cualquier caso, siempre es mejor que terminar.

Normalmente se llama trabajo, pero con frecuencia mi prisión también se encuentra en mi cabeza o mis sentimientos, y a veces siento que necesito desahogarme de alguna manera. Quizá por eso he creado este rincón.

2 comentarios

Marián -

Hola Daniel, muchas gracias por dejar tu comentario.

Coincido contigo que lo mejor de que suene el despertador es enfrentarse a un día nuevo, pero justo después de poner un pie fuera de la cama ;-)

Un abrazo.

Daniel -

Entiendo lo que dices/sientes Me sucedió algo similar, y estoy de acuerdo en que siempre es mejor un comienzo que un final...en definitiva, muchos odian los despertadores..yo no.. ellos me avisan que estoy vivo y que tenemos un nuevo día por delante para dejarnos sorprender...Un saludo afectuoso