Blogia
Cartas desde mi celda

Sed de Fiestuki

Estoy medio dormida, a pesar del café, y para colmo las herramientas no se abren y no se puede navegar, así que por el momento no hay nada interesante que hacer. Sólo puedo escribir, pero me cuesta más ponerme que hacerlo, y llevo como una hora en blanco, intentando sin éxito bajarme el correo o abrir el programita con el que trabajamos. Me siento muy perezosa.

El sábado nos reencontramos con Bea y Javi y tuvimos una sesión alcohólica de las de antes. Hacía muchísimo que no nos veíamos –desde Nochevieja, en Valencia- y para celebrarlo cenamos en casa y le pegamos al café –café licor, bebida típica de Alcoy- y al whisky un buen rato. Como siempre, nos reímos y nos rayamos mucho. Después salimos por ahí –qué frío hace en la montaña, joer-, y esta vez no hubo bajas antes de tiempo, que era la tónica general de las últimas salidas.

Ya sabéis, hay que repetirlo pronto. Pero sin resaca al día siguiente -aunque a partir de los veintitantos sea pedir demasiado ;-)

0 comentarios