Blogia
Cartas desde mi celda

Adiós, Navidad... (por fin)

Mi barriga ya no puede más, y entre tanto desplazamiento de aquí para allá echábamos en falta una tarde de esas tranquilas, sin plan ni ganas de salir de casa.

Por fin terminó la época de atracones y despilfarro. Aunque total, para que luego sigamos gastando influidos por una palabra que parece ser mágica. Rebajas. Nosotros quizá nos demos este fin de semana los regalos del día 6. Es lo mismo, pero después de las rebajas. Total, ya somos mayorcitos para creer en los Reyes Magos, y la economía es más importante que una fecha establecida por narices para hacer regalos.

Ayer entró un nuevo cacharrito en casa, un portátil. Tiene unos cuantos años y un procesador que ahora da risa. Pero yo lo quería para pasar mis apuntes, escribir mis cosas y jugar al Tetris, así que cuando ha tenido oportunidad, Keko me ha conseguido uno, y estoy flipadísima con él. Me da igual que vaya lento y sea antiguo, para mí es una pasada tener un ordenador que puedo ponerme sobre las piernas mientras estoy sentada en el sofá, porque yo sólo lo quiero para escribir.

0 comentarios